Cada día vemos con más frecuencia pacientes que tienen cuadros severos de ardor bucal que interfieren con las funciones normales como hablar y comer. Estos pacientes llegan a desesperarse críticamente pues después de haber pasado por innumerables médicos y odontólogos no consiguen alivio a su molestia.
El Síndrome de Boca Ardiente es una enfermedad real, en la cual las terminaciones nerviosas perciben los estímulos pero los traducen en el cerebro como sensación de ardor. La lengua y el paladar son áreas frecuentes de afección, pero puede sentirse sensación de quemazón en toda la boca. A veces se acompaña de sensación de astringencia, parecido a lo que se siente al comer una fruta que no está madura, sabor metálico o salado en la boca e inflamación discreta de las papilas filiformes de la lengua. En algunos pacientes se precipita la sensación de ardor con el consumo de algunos alimentos o bebidas como el vino tinto.
El Síndrome de Boca Ardiente es una entidad común, asociada a ansiedad y estrés principalmente, pero debe ser diferenciada de otras enfermedades que también causan ardor en la boca. Las candidiasis (lesiones por hongos), la lengua geográfica, avitaminosis, liquen plano, entre otras, cursan con sintomatología similar al Síndrome. Por ello es indispensable que un médico bucal o un patólogo bucal haga el correcto diagnóstico de la enfermedad.
Su tratamiento depende del paciente, pero es difícil y a veces no se logra curar la enfermedad por completo, sin embargo si se hace un diagnóstico adecuado se logra en muchas oportunidades controlar los síntomas y recobrar la sensación de normalidad en la boca. Por ello, lo más importante es acudir al especialista indicado que conozca la entidad y sea capaz de detectarla y manejarla.
1 comentario:
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